Tú eras más joven que soy yo ahora,
aquella tarde de verano.
Pero te recuerdo como un anciano
como un dios cruel y desgastado.
Tu boca desencajada
y un hueco oscuro entre los dientes
Y los ojos rojos por el alcohol,
Los dineros de la tierra.
La tierra que tú tanto amabas
Por la que la perdiste a ella
y un hueco oscuro entre los dientes
Y los ojos rojos por el alcohol,
turbios y claros.
Como hechos de hierbas húmedas.
Recuerdo la ropa parda
La casa gris.
La risa como un disparo.
Las baldosas limpias.
Arrojabas billetes
Como hechos de hierbas húmedas.
Recuerdo la ropa parda
La casa gris.
La risa como un disparo.
Las baldosas limpias.
Arrojabas billetes
a los pies de ella,
ella que temblaba y lloraba
con sus lágrimas de plata.
Los dineros de la tierra.
La tierra que tú tanto amabas
Por la que la perdiste a ella
y el amor de quienes pudimos
aprender a amarte.
La tierra, esa amante pérfida
Que nunca te supo correponder.
aprender a amarte.
La tierra, esa amante pérfida
Que nunca te supo correponder.
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