Vengo del crudo invierno,
de blancas madrugadas sin luna,
y de las vastas estepas de tierra roja.
y de las vastas estepas de tierra roja.
Pedí mi ración de amor como si el amor fuese
una rebanada de pan y mantequilla.
Vengo del amarillo hiriente y de las tardes de verano,
de los grillos, los sapos y las lejanas estrellas.
de los grillos, los sapos y las lejanas estrellas.
Escondida bajo la cama, lejos de los alaridos del hombre
que se arrastra por los suelos como una alimaña.
Vengo de la bella noche que me salva de mi misma,
mientras la soledad acecha
mientras la soledad acecha
entre las cascadas heladas, entre los secos rastrojos,
Abrázame en la oscuridad y cántame
Abrázame en la oscuridad y cántame
como canta el viento en las alamedas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario