cuyos nombres contienen
la magia que llama al viajero.
Lugares como los mares del Sur,
la cordillera de los Cárpatos,
las llanuras de Mongolia
las cumbres del Kilimanjaro,
el Río Negro de Manaos,
las murallas de Constantinopla.
Hay lugares en los que el alma
galopa sobre caballos salvajes
y se aleja de la piedra
en la que cada día,
se sienta a soñar
y se aleja de la piedra
en la que cada día,
se sienta a soñar
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