martes, 8 de marzo de 2022

Los sesenta

 En los años sesenta

En los años sesenta el dictador
ya dormía como un tronco
junto al esqueleto de su santa esposa
Los muertos estaban bien muertos
y los vivos eran solo espíritus
por las veredas del olvido
En los años sesenta eramos el estrecho
que nos separaba de África
y los recuerdos que nos alejaban
de Rusia
Las mujeres rezaban, los hombres bebían
había burros, golondrinas y grajos
y había días de guardar.
Los inviernos eran lentos y crueles
y los veranos pasaban
en un suspiro.
Entre pájaros melancólicos. ciudades mansas
y noches de luna,
el maldito río del tiempo
seguía su curso, sin prisa y ya sin rabia.
En los años sesenta el autocar de las siete en punto
comenzó a devorarlos lentamente
Eran sombras en la niebla
que dejaban candados y telarañas
en las puertas y silencio en las casas
y figuras sin dueño en las calles.
A las siete en punto,
cajas de cartón, ojos color tristeza
y la vida que sigue, amigo, está de Dios.
Se marcharon casi todos, pero ninguno se fue,
jamás,
se quedaron allí, para siempre.
En las tumbas sin nombre
y en su memoria sin patria
y en los cuentos de los viejos
Ah sí la Mariquita
que se casó con el hijo del Grajo
y tuvierno ocho hijos
uno de ellos estaba loco.

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